Lámina protectora higiénica en Münster

La situación

El sector de la restauración en Renania del Norte-Westfalia está abierto de nuevo desde mediados de mayo de 2020 tras un largo cierre forzoso por coronavirus. Sin embargo, hay que cumplir las estrictas normas de protección contra el coronavirus. El sector está sufriendo una caída masiva de las ventas, pero aún así hay que invertir en los conceptos de higiene necesarios: para contener la crisis y por la salud de los comensales. Se necesitan conceptos flexibles que, por un lado, permitan el mayor número posible de huéspedes y, por otro, protejan realmente a huéspedes y empleados. Los propietarios tienen una gran responsabilidad. "Sólo si los clientes se sienten seguros volverán a un restaurante después del cierre", afirma Carmello Tinnirello, propietario del pequeño restaurante italiano "Piccolo Mondo", en un suburbio de Münster (Westfalia).

La exigencia

El italiano también buscaba una forma de garantizar las distancias necesarias entre las mesas del acogedor pero ya estrecho local de su trattoria, para aplicar la protección higiénica, pero al mismo tiempo lograr una capacidad mínima de comensales. "Seguridad, practicidad y ahorro de espacio al mismo tiempo: esos eran mis requisitos", explica. Tras un breve periodo de investigación, pidió consejo al especialista en láminas HAVERKAMP. Durante las primeras semanas de la crisis del coronavirus, la empresa respondió directamente a las necesidades del mercado y desarrolló una lámina protectora higiénica transparente que puede utilizarse en varios sistemas y, por tanto, ofrece más protección al tiempo que permite un mayor contacto personal.

La solución

Tras consultarlo, Carmello Tinnirello optó por el HAVERKAMP^® Contact-SHIELD, una cortina fija compuesta por la lámina protectora higiénica transparente de 100µ de grosor y raíles de aluminio para su suspensión y estabilización. La lámina ofrece una visión clara, es fácil de limpiar y, por supuesto, se puede desinfectar y es resistente a los desinfectantes. Además, ahorra espacio y es variable gracias a las distintas longitudes posibles. "Esto me facilitó mucho la colocación de las mesas", dice Tinnirello. "Además, la lámina es muy fina, por lo que apenas distrae. Por un lado, los comensales se sienten separados y seguros, pero por otro no se sienten protegidos de toda la actividad de la trattoria, y eso es de lo que se trata en un restaurante pequeño como éste. Realmente recomiendo este sistema".

HAVERKAMP utiliza la lámina de protección higiénica en colgaduras fijas, en cortinas enrollables de regulación variable o en tabiques móviles. Los tres sistemas son extremadamente flexibles a la hora de manipular y proteger contra infecciones, flexibilidad y seguridad especialmente necesarias en la situación actual.